Bomarzo es, antes que el jardín de estatuas monstruosas que Pier Francesco Orsini construyó en el siglo XVI cerca de Roma, un territorio de la cultura argentina poblado de paradojas. De aquel duque lascivo al que gustaban la miel, las manzanas y los membrillos y cuyo sacro bosco de piedra se convirtió, siglos después, en estación de peregrinaje turístico, donde Manuel Mujica Láinez tomó el personaje de su novela más exitosa.